En Soy ciego de nacimiento y así es mi trabajo como desarrollador informático se cuenta:
Juanjo Montiel es malagueño, pero con poco más de 21 años, y tras haber estudiado un ciclo superior de informática, se fue a Madrid a realizar un máster. Tras unos años en la capital, y después de encontrar ahí el amor, decidió marcharse con su mujer a Barcelona, donde ella tenía más oportunidades laborales. Tras pasar por otras empresas, Juanjo es ahora el team lead en una compañía y se dedica a programar soluciones para una empresa de viajes. Más concretamente, es un proyecto de gestión de líneas aéreas del mayorista de agencia de viajes. “Hay que hacer un sistema de interconexión para que la gente pueda hacer reservas y puedan consultar varias líneas a la vez”, nos explica. En su equipo hay personas de 6 nacionalidades distintas que trabajan tanto en su misma oficina como en remoto. Además, es pianista y asegura que le encanta “el desarrollo, programar, componer, tocar y leer”.
Hasta aquí todo normal. Nada en su trayectoria vital y profesional que pueda llamar excesivamente la atención. Salvo por un pequeño detalle: Juanjo Montiel es ciego de nacimiento. Algo que, como se encarga de insistir, no le impide programar ni tardar menos en hacerlo que otra persona sin discapacidad.
Por su condición de desarrollador ciego, Juanjo Montiel da charlas de accesibilidad en diversos encuentros y conferencias, como el Modern Web Event (una jornada sobre desarrollo de aplicaciones web organizada por los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC) o en la Commit Conf, donde hablamos con él. Pero la accesibilidad no es su principal área de trabajo: apenas supone un 10 por ciento de sus tareas.
¿Cómo trabaja un desarrollador ciego? ¿Con qué programas trabaja? ¿Con qué dificultades se topa? ¿Tiene algún techo de cristal?