El estudio se basa en el análisis de 26 indicadores agrupados en los siguientes cuatro apartados:
1. Criterio político en el diseño. Se trata de reflejar factores y decisiones de los responsables de una universidad que, sin tener que ver directamente con el diseño, terminan por convertirse en problemas al acceso a la información de las páginas.
2. Legibilidad. Aspectos que influyen en la facilidad de lectura de los textos.
3. Diseño. Cuestiones relacionadas con el diseño propiamente dicho. Modo en el que se muestra la interfaz y los problemas que ello puede ocasionar para la transmisión de información.
4. Ayuda al acceso a la información. Las webs universitarias suelen ser sitios muy grandes, con lo que resulta vital la utilización de herramientas de ayuda al acceso a la información.
Uno de los indicadores es muy interesante:
21. Falsa Accesibilidad (Ayudas al tipo de letra y contraste). Es interesante que un usuario pueda modificar el tipo de letra, variar el contraste de los elementos de la página y controlar ciertos aspectos relacionados con la accesibilidad de la página. Sin embargo, el lugar apropiado para controlar dicha acción es el navegador web. El que la mayoría de navegadores web no implementen de manera fácil esas funciones no es razón suficiente para que los diseñadores hayan de incluir esas funcionalidades características del navegador en la propia página web (Heilmann, 2006). No obstante, normalmente es un problema menor, pues no se ocupa demasiado espacio en la página y se hace con intención de mejorar la experiencia de usuario. En otros casos no está tan clara la presencia de estos elementos, especialmente cuando no se ha realizado un trabajo de mejora de la Accesibilidad de la página pero pese a ello se incorporan, más por estar de moda o de aparentar una accesibilidad que realmente no tienen que a un verdadero interés en ayudar al usuario. Hemos penalizado a aquellas páginas que incorporan estas supuestas ayudas.El artículo completo está disponible en la revista online Scire.