El artículo ya ha sido publicado en Hoja de Router: Si crees que la publicidad invasiva es insufrible, imagínate para los invidentes. El artículo dice:
Para las personas ciegas, entrar en una web cargada de anuncios puede significar dos cosas: el absoluto silencio o el mayor de los caos. Dificultad para cerrar los vídeos que se reproducen automáticamente y pestañas que se abren de improviso son algunas de las trabas que se encuentran. Según un estudio de Ilunion, la accesibilidad en los medios de comunicación deja mucho que desear.
El caos de la famosa web de Homer Simpson, con su cacofonía y sus descontroladas imágenes en movimiento, se queda ya en un simple chiste si lo comparamos con lo que tienen que sufrir a diario millones de internautas. Si los molestos anuncios que salen de la nada o acaparan toda la pantalla te sacan de tus casillas, imagina lo que pueden suponer para los usuarios invidentes que navegan de oído.
“El principal problema es que no logran salir de ahí, se quedan bloqueados en esa publicidad”, explica a HojaDeRouter.com el profesor de la Universidad de Alicante y experto en accesibilidad web Sergio Luján. Sucede así porque la publicidad invasiva dificulta la labor a los lectores de pantalla, esos programas capaces de leer y explicar el contenido de una página para que las personas ciegas puedan orientarse.
Cuando la publicidad aparece, o al menos durante los primeros segundos (mientras carga), la confusión es la sensación dominante. Tras acceder a una web cargada de anuncios, en lugar de escuchar la descripción del contenido, el internauta invidente solo escucha al lector de pantalla vomitando un código indescifrable. Podría ser publicidad o un error de la página. El usuario tiene que esperar a que el misterio se desvele por sí solo.