En el artículo se incluyen unos ejemplos que suelo utilizar para explicar que la accesibilidad no sólo beneficia a las personas con discapacidad:
Lo mismo que requiere una persona en silla de ruedas para circular y transitar con seguridad es lo que requiere un hombre o una mujer que llevan a un bebé en una carriola; lo mismo que hace segura una vialidad para alguien que usa muletas también lo hace para una persona que usa zapatos de tacón o alguien de edad avanzada”, por ello el también miembro de Libre Acceso AC plantea estos beneficios en la segunda edición del libro Accesibilidad. Personas con discapacidad y diseño arquitectónico.
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