Los problemas de accesibilidad relacionados con las
personas con problemas de audición son un poco desconocidos porque no son obvios.
Que una persona ciega tenga problemas con una página web es algo que todo el mundo entiende. Es más, está tan asumido que lo que realmente ocurre es que a mucha gente le sorprende que una persona ciega pueda usar una página web.
Con una persona sorda ocurre lo contrario. Normalmente en las páginas web el sonido no es importante, más bien es todo lo contrario, es molesto. Además de los problemas que pueda tener con un vídeo que no esté subtitulado, ¿qué otros problemas puede tener? Seguramente la mayoría de la gente dirá que ninguno. Sin embargo, hay un problema básico importante.
Las personas con problemas de audición, principalmente las personas sordas de nacimiento, tienen dificultades para comprender los textos escritos (
Problemas del colectivo de personas sordas o con discapacidad auditiva). Para reducir este problema, se suele aconsejar
simplificar los textos.
Pero las personas con problemas de audición tienen otro problema obvio que se suele olvidar: no pueden contestar al teléfono. Este problema lo explican muy bien en el artículo
Accessible Forms for Deaf People?
En realidad, las personas sordas sí que utilizan el teléfono, pero con un producto de apoyo. Pero claro, si quien le llama no lo sabe, habrá un problema.
En el artículo se explica que en los formularios comerciales, cuando se solicitan los datos de un cliente, normalmente se solicita su teléfono o incluso suele ser un campo obligatorio.
Pero, ¿qué pasa si el cliente prefiere que no le llamen y prefiere otros métodos de comunicación?
Normalmente los formularios de contacto no suelen ofrecer esa posibilidad, no suelen permitir que el cliente indique que, por ejemplo, prefiere que le escriban un correo electrónico.
Es algo obvio y sencillo... pero no se suele hacer.