Por ejemplo, hace unos días se publicó en el periódico El País el artículo Tuitear sin leer: Nuevo deporte olímpico. Desgraciadamente, la gente cada vez presta menos atención a lo que lee: la mayoría de la gente lee mucho, pero poco de mucho, la mayoría de la gente sólo escanea los artículos, sólo leer las primeras líneas o los primeros párrafos, o incluso, sólo lee el título del artículo y se queda con la idea de que ya sabe de que va el artículo.
En ese artículo se proporcionan unos consejos de Jakob Nielsen para adaptar los artículos a esta situación (los consejos se proporcionan al final, para que sólo aquellos que hayan llegado hasta el final sean afortunados y los disfruten):
- Hacer listas y usar estos puntitos indiscriminadamente.
- Emplear abundancia de negritas y subtítulos para ayudarles con la dispersión.
- Hacer oraciones cortas.
- Plantear una idea por párrafo.
- Prescindir de los juegos de palabras.
- Minimizar las reflexiones profundas sobre cualquier tema porque producen oraciones larguísimas y complicadas como ésta.
- Emplear la mitad de las palabras que se usarían en la escritura convencional.
Excepto el último consejo, que si se abusa de él puede hacer que un texto sea de difícil comprensión o ambiguo, el resto de consejos se emplean también para mejorar la legibilidad de los textos y así mejorar la accesibilidad de cara a las personas con discapacidad.
1 comentario:
La verdad es que todos nos hemos vuelto un poco flojos y yo diría que la mayoría de los que navegamos la web ya tenemos un cierto nivel de discapacidad en tanto que cada vez se nos dificulta más leer (y comprender) un texto que no ha sido filtrado y resumido por alguien más.
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