Llevo años intentando convencer a mis jefes de la importancia que tienen los desarrollos web teniendo en cuenta a las personas con discapacidad y por ende las pautas de accesibilidad.
Imagino que sabrás a lo que me refiero, “vender la accesibilidad” a los jefes es una ardua tarea muchas veces imposible de conseguir y IMHO creo que todas las webs deberían plantearse desde un inicio como webs accesibles… ¿¿es que a caso algún arquitecto municipal se plantea hoy en día hacer un acerado sin rampas de acceso adecuadas a discapacitados ¿? .
Creo que en España nos queda un largo camino que recorrer para desarrollar webs por y para la accesibilidad.
Me gustaría que nos dieras consejos en base a tu experiencia de cómo “vender” una web accesible, sí, digo vender por triste que suene porque en mi caso sólo me ha funcionado cuando he expuesto los valores añadidos de la accesibilidad y que se podría decir que no tienen nada que ver con los discapacitados como p.e: El posicionamiento, la longevidad de los desarrollos, los trabajos de calidad y el ahorro futuro en tiempo de cara a nuevas implementaciones etc.
Bueno, menudo reto. ¿Cómo vender la accesibilidad? En mi sitio web sobre accesibilidad web, tengo una página sobre los beneficios de la accesibilidad web, en la que se citan algunos beneficios. Tal como se indica en el comentario, algunos beneficios son "intrínsecos" o primarios porque están directamente relacionados con la accesibilidad (incrementar la audiencia de un sitio web al permitir el acceso de las personas con discapacidad, respetar los derechos de los ciudadanos, cumplir la ley, demostrar la responsabilidad social de la empresa u organización), mientras que otros son beneficios "colaterales" o secundarios (mejorar el posicionamiento en los buscadores, recucir los costes de mantenimiento futuro). Y, desgraciadamente, a veces hay que vender la accesibilidad web apelando a los beneficiones colaterales en vez de a los beneficios intrínsecos.
Los beneficios intrínsecos normalmente se asocian con las personas con discapacidad, pero en realidad, todos nos podemos ver beneficiados en distintas circunstancias. Por ejemplo, el otro día mientras impartía un curso sobre accesibilidad web en la Universidad de Alicante, saqué el tema de la accesibilidad de las estaciones de metro en Madrid (todavía hay muchas estaciones que no son accesibles). Un alumno, que había estado en Madrid hacía poco, se sorprendía de que en algunas estaciones las escaleras que había que subir equivalían a subir a un tercero. ¿La instalación de un ascensor sólo beneficiaría a una persona discapacitada que vaya en silla de ruedas? NO, por supuesto que no, también se beneficiarían:
- Una persona con otro tipo de discapacidad, como puede ser una persona ciega.
- Una persona que estuviese lesionada, tuviese un esguince, o mucho peor, fuese con muletas (en realidad, esto es un tipo de discapacidad transitoria o temporal).
- Una persona que fuese con un cochecito de bebé.
- Una persona que fuese con un carrito de la compra.
- Una persona que fuese con una o varias maletas.
- Una persona que estuviese cansada un día.
- Una persona mayor.
Todos nos podemos beneficiar de la accesibilidad web en algún momento. ¿Qué situaciones se te ocurren? Déjanos un comentario con tus ideas.
Para terminar, un ejemplo de lo positiva que es la accesibilidad web (y de lo negativa que es no tenerla en cuenta). Hoy, 20 de noviembre, día de las elecciones generales en España, es un buen día para revisitar la web del Senado de España. Esta web, que es una vergüenza que exista (quizás sea una muestra más de lo útil que es el Senado en España), la he criticado varias veces en los últimos meses:
- El Senado se gastará 350.000 euros al año en traducciones, pero es incapaz de tener una página web accesible
- La nueva web del Senado
- En el Congreso y en el Senado siguen haciendo las cosas fatal
En la parte inferior de la página se puede intuir algo, pero no hay barra de desplazamiento vertical, por lo que es imposible leerlo. Esa zona ampliada es la siguiente:
Si accedemos a la página con Google Chrome, tampoco podemos ver lo que hay al final de la página:
Si accedemos a la página con Opera, tampoco lo podemos ver:
Finalmente, si accedemos con Internet Explorer, ya podemos ver sin problemas lo que pone en la página:
Este es un ejemplo de discapacidad o discriminación tecnológica: considerar que todos los usuarios emplean Internet Explorer, y no preocuparse por el resto de usuarios.
MiRuLu, para convencer a tu jefe o a un cliente, le podrías preguntar si le gustaría que le obligasen a utilizar un navegador concreto para navegar por la Web, porque si utilizase otro, no podría navegar. Si te contesta que no le gustaría, dile entonces que cuando no se tiene en cuenta la accesibilidad web, se está haciendo lo mismo con muchos usuarios. Si te contesta que sí le gustaría, entonces no te empeñes en convencerle de que la accesibilidad web es importante, nunca lo conseguirás.