La principal ventaja frente a otras ayudas técnicas es su precio, sólo 40€. Algunos de sus posibles usos son:
Si una persona no puede mover las manos no podrá coger el mando. Para ello, tenemos unas gafas o una diadema que, mediante unos leds infrarrojos apuntados al Wiimote e indican el movimiento realizado con la cabeza que moverá el ratón".
Para personas con problemas de visión y deficiencias cognitivas, el Wiimote convierte la pantalla normal o proyectada en la pared en una pantalla táctil, más fácil de ver y manejar. En cuanto a las personas con movilidad reducida en los brazos, Parkinson o en silla de ruedas, pueden usar la parte del cuerpo donde tengan más control para accionar uno de los inventos del equipo: la tabla pivotante.
"Consiste en dos superficies planas paralelas unidas por una barra que permite que la superior pivote. Si la movemos en una u otra dirección, hacemos que el cursor se mueva", explica González. La tabla no hace caso a los movimientos involuntarios, del Parkinson, por ejemplo, ya que necesita que se le aplique una fuerza constante. Puede moverse con las manos, los pies o apoyando el cuerpo.